Después de veinte años del surgimiento del Psicoanálisis por parte del médico Sigmund Freud surgieron los denominados neo-freudianos o post-freudianos que como su nombre lo indica fueron aquellos autores psicoanalistas que comenzaron su trayecto en este campo después de Freud, sin embargo se pensaría que estos ponentes llevan los mismos ideales que el creador de esta, pero no es así, puesto que estos no estuvieron de acuerdo en puntos básicos.
Estos pedían una expansión en el concepto del ego y menos énfasis en las fuerzas biológicas como influyente ante la personalidad. El Zeitgeist ayuda a que esto evolucione, debido a que este declaraba que gran parte del comportamiento proviene del comportamiento social más que de las acciones que satisfacen las necesidades biológicas.
Entre los autores que se aprovechan de este espíritu de los tiempos para generar cambios se tiene a: Anna Freud quien es la hija de Sigmund Freud y fue la primera en aplicar dicho análisis en niños. Se dedicó a trabajar con infantiles tomando en cuenta su inmadurez y el nivel de habilidades verbales que presentaban; a diferencia de su padre se centró en las situaciones que pasan a diario y como se acondiciona la persona a ellas, por ende, ella prefiere concentrarse en el yo, puesto que esta estructura según ella es más realistas que las otras, ello y superyó, planteadas por Freud. Otra mujer de alta importancia en el psicoanálisis es Melanie Klein, ella centra su investigación en que los niños necesitan desapegarse de la madre, este referido por Klein como el objeto principal, y establecer un fuerte sentido del yo y crear relaciones interpersonales con otros sujetos. Su teoría estuvo reunida en las relaciones interpersonales con objetos –este término usado para aludir a cualquier persona, objeto o actividad que pueda satisfacer un instinto- que satisfagan un impulso.
Por otro lado, Carl Jung tuvo bastante cercanía, pero asimismo tuvo choques reconocidos con Sigmund, puesto que el primero planteaba que no existía lugar para un complejo de Edipo, además propuso algo totalmente opuesto a lo que Freud proponía y fue el hecho de decir que la libido era aquella energía generalizada donde el sexo tenía solo un pequeño espacio, debido a que él decía que el sexo desempeña un papel minúsculo en la motivación humana.
Además, como se mencionaba al principio el Zeitgeist ayuda a generar cambios y de esta manera se empieza a hacer énfasis en las teorías psicológicas sociales apoyando la idea de que las personas son producto de fuerzas e instituciones sociales. Cabe resaltar que Alfred Adler aporta a la psicología social con su creación de la escuela de la psicología individual, este plantea que la teoría de la personalidad tiene aspectos sociales y biológicos, y cree que todos tienen un interés social, es decir, se tiene un potencial para cooperar con los demás para lograr objetivos personales y sociales.
Para agregar, hubo una escuela que se fundó en el siglo XX como otra forma de entender lo que ocurre distinta al conductismo y psicoanálisis. Abraham Maslow quien fue el fundador de esta escuela, creía en la capacidad de la raza humana; postula las necesidades que los individuos tienen y las jerarquiza en una pirámide, la cual va de las más básicas a aquellas más elevadas que el hombre va desarrollando a medida que va satisfaciendo las ultimas. Asimismo, Carl Rogers fue seguidor de está corriendo, el plantea la terapia centrada en la persona, además aludía a que la personalidad esta modelada por el presente y como la persona conscientemente lo percibe. Para concluir, se puede observar que la psicología humanística estaba separada de la psicología convencional y ofrecía una definición distinta a las otras dos potencias de la época (conductismo y psicoanálisis).